Los Jameos del Agua, al igual que la Cueva de los
Verdes, se localizan en el interior del túnel volcánico producido por la
erupción del Volcán de la Corona. Los Jameos del Agua se encuentran situados en
la sección de este túnel más cercano a la costa. Deben su nombre a la
existencia un lago interior que constituye una formación geológica singular. Se
origina por filtración al encontrarse por debajo del nivel del mar.
El túnel formado por la erupción del Volcán de la
Corona es uno de los más largos del mundo con más de seis kilómetros de
longitud. El desprendimiento parcial del techo de una sección de este túnel
forma una estructura denominada con vocablo aborigen de "Jameo" que
no es más que la abertura o boca del terreno que permite el acceso a las
diferentes grutas. Los más de seis kilómetros conocidos se prologan desde el
cráter del volcán hasta que se adentra en el mar en un tramo submarino de un
kilómetro y medios denominado "Túnel de la Atlántida".
Está formado por al menos tres jameos o aberturas
en el terreno. El "Jameo Chico" por donde se realiza el acceso al
interior, el "Jameo Grande" y un tercero, denominado "Jameo de
la Cazuela".
§ Debido a la singularidad de su estructura, sobre
los Jameos del Agua operan dos figuras de protección medioambiental. De una
parte, se encuentra situado dentro del Monumento Natural del Malpaís de la
Corona y, de otra, su declaración como Sitio de Interés Científico. A estas
protecciones le debemos sumar la declaración de Bien de Interés Cultural con la
categoría de Jardín Histórico que, al igual que otras obras espaciales de César
Manrique realizadas en Lanzarote, le es concedida por sus importantes valores
patrimoniales.
El
nacimiento de una idea
Los Jameos del Agua es el primer Centro de Arte,
Cultura y Turismo creado por César Manrique, y es el reflejo de uno de sus
pilares creativos: la armonía entre la naturaleza y la creación artística.
A principios de los años sesenta, y debido al
abandono del entorno, se hace necesario acometer labores de limpieza y de
acondicionamiento. Aunque las obras se dilataron en el tiempo, podemos señalar
el año 1966 como fecha de la apertura de las primeras fases al público.
La especial morfología del tubo volcánico provocó
que se realizaran numerosos cambios del proyecto inicial, explorando nuevas
alternativas creativas y procurando que las soluciones adoptadas fuesen las más
adecuadas.
Será en 1977, después de más de una década de
trabajos, cuando quede conformada la estructura general de los Jameos del Agua.
En estas mismas fechas se procede a la inauguración oficial del centro,
incluyendo el Auditorio, y se considera conclusa la obra.
§ Aún así, y con posterioridad, se realizan nuevas
instalaciones para funciones concretas como el espacio museístico de la
"Casa de los Volcanes" (uno de los más importantes centros de
investigación científica a nivel mundial). Este centro cumple, desde 1987, una
importante labor científica y didáctica sobre la vulcanología.
El
recorrido
En el exterior nos encontramos con una pequeña
recepción integrada por muros de piedra, con paredes blancas y restos de las
cuadernas de un barco. Tras cruzar una pequeña puerta de entrada, descendemos
por una ingeniosa escalera de caracol de piedra volcánica y madera, que nos
permite descubrir, poco a poco, desde la altura, el primer escenario interior:
El "Jameo Chico". En este espacio destaca la abundante vegetación y los
elementos ornamentales que nutren de estímulos visuales la estructura del
Jameo.
§ El "Jameo Chico" forma parte de la
primera fase del acondicionamiento de los Jameos del Agua que, desde el año
1966, acometió el Cabildo de Lanzarote, y que tenía como eje conductor el
proyecto de intervenir, revalorizar y poner en uso espacios emblemáticos de la
geografía insular. Originariamente, Los Jameos del Agua fueron concebidos como
Sala de espectáculos: de esta época podemos destacar el bar, los accesos y la
marmórea pista de baile.
En el interior del recinto descubrimos un lago
natural de aguas insólitamente claras y transparentes. Este espacio, apenas
intervenido, conserva la estructura con forma de bóveda de cañón propia del
túnel volcánico. Su carácter catedralicio se ve reforzado por la presencia de
un hueco en la parte superior de la bóveda desde donde, en días luminosos, se
proyecta un haz de luz cenital que se hunde en la profundidad del agua.
Mimetizado con el entorno nos encontramos con una
pasarela que permite cruzar el lago lateralmente y, tras ascender a través una
pared ajardinada, acceder al "Jameo Grande".
El ingenioso tratamiento artístico de esta zona
difiere del resto de lo visitado. Estamos ante un exuberante y exótico jardín
donde florece una vegetación sorprendente de palmeras, cactus, crotos e
higueras, que rodean una piscina blanca, de formas serpentinas y de aguas
acuareladas de un azul intenso. Corona todo el conjunto las paredes curvas del
propio jameo. El blanco esmaltado y estridente de la piscina contrasta con la
roca oscura y rugosa, convirtiéndose en un verdadero oasis humanizado.
§ Las formas creadas por César Manrique son
serpentinas, donde la curva adquiere un fuerte carácter orgánico y se mimetiza
con los elementos del entorno. Especialmente impactante es la palmera
centenaria que intencionadamente se vuelca sobre la piscina proporcionándole
una sombra tamizada.
Si se prosigue, más allá del "Jameo
Grande", nos encontramos con otra intervención singular. Un espectacular
Auditorio aprovechando el interior de una gruta volcánica. El auditorio se
convierte en epílogo arquitectónico de este recorrido.
§ Sin duda, los Jameos del Agua representan una de
sus obras más originales de César Manrique, en donde se plasma, de manera
magistral, su concepción personal y poco convencional del hecho artístico.