El Museo Internacional de Arte Contemporáneo,
MIAC, se encuentra situado en la antigua fortaleza militar del Castillo de
San José. El museo se constituyó en 1975 con el fin de "promover, reunir y
exponer las obras más significativas de la creación artística moderna".
Fue creado por iniciativa de César Manrique, quien
dirige personalmente las obras de remodelación y acondicionamiento del Castillo
de San José, por aquel entonces en estado ruinoso.
La estructura interna del edificio apenas si fue
modificada, siendo las construcciones anexas las intervenciones más notorias
(la zona que actualmente ocupa el restaurante).
Culminados todos los preparativos, el 8 de
diciembre de 1976, doscientos años después de que dieran comienzo las obras de
edificación de la fortaleza militar, el Castillo de San José se abría como
Museo Internacional de Arte Contemporáneo.
La apertura del MIAC tuvo una importante
repercusión. Se trataba de la exposición más ambiciosa llevada a cabo en
nuestro país. Los artistas participantes, entre seleccionados e invitados,
fueron 180.
Destaca la obra de los siguientes autores:
Tàpies, Michavila, Amadeo Gabino, Sempere, Mompó; Millares, Canogar, Rivera
y Juana Francés , pertenecientes al grupo "El Paso"; Mignoni,
Gastón Orellana, Gordillo, Úrculo, Guerrero, Yturralde, Gómez Perales,
Brikmann, Mampaso, Enrique Barón, Zóbel, Torner, Alechinsky, Beaudin, Le Parc?
De los artistas canarios hay que destacar la obra de: César Manrique, Manolo
Millares, Pancho Lasso, Óscar Domínguez y Cristino de Vera, entre otros.
La
Colección
Podemos analizar tres grandes corrientes que se dan
cita en el MIAC, todas ellas unidas por el nexo común de la abstracción -nuevo
camino abierto por los artistas en el siglo XX frente a la figuración
naturalista-:
§ Abstracción geométrica: dominada por tendencias
derivadas del op-art, del constructivismo y del arte cinético. Se investiga y
se teoriza sobre las cualidades ópticas y dinámicas de las obras de arte.
§ Abstracción formal: arte informalista, abstracción
matérica. En contraposición a la teoría, es el acto de la creación el motivo
principal del discurso. La textura de los materiales, el gesto inmediato e
irracional frente a la idea premeditada.
El
edificio histórico
Esta fortaleza fue construida en el siglo XVIII
durante el reinado de la monarquía borbónica de Carlos III. Por aquel entonces
existían en Lanzarote tres edificaciones militares: el Castillo de Santa
Bárbara en Teguise, el de San Gabriel en Arrecife y la Torre del Águila en el
sur de la isla.
La actividad portuaria, el crecimiento del núcleo
poblacional, la necesidad de defensa de los ataques berberiscos y de los
corsarios ingleses, crean las condiciones necesarias para demandar nuevas
edificaciones defensivas.
Además, hemos de añadir características propias que
afectan a la isla durante ese siglo:
§ Los continuos períodos de sequía que devastan una
economía sustentada en una agricultura de secano, excesivamente vulnerable a
las condiciones climáticas.
§ Las erupciones de Timanfaya entre 1730-36, que
cubrió de lava y escoria una de las franjas más fértiles de la isla.
§ El régimen señorial que predomina y afecta a la
organización social y a la estructura política isleña.
Con un proyecto realizado por el ingeniero militar
Alejandro de los Ángeles, comenzaron las obras de la edificación en una punta
del Puerto de Naos, uno de los centros más importantes de todo el archipiélago
para la reparación de navíos debido a la tranquilidad de sus aguas.
La obra fue ejecutada entre los años 1774-1779,
bajo la advocación de San José, y en ella participó un número elevado de la
población insular. Sin duda, esta construcción vino a paliar las carencias de
los lanzaroteños, que popularmente la denominaron "Fortaleza del hambre".
La planta del edificio es semicircular con el lado
curvo orientado al mar. Su aspecto sólido está condicionado por la utilización
de sillares y mampostería.
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